la corriente del río
y el ímpetu
del salmón
acaba fielmente
en la boca del oso
al remontar el mismo,
ciclo sine qua non
en el vector de la vida.
Condescender con el cuerpo
en un placentero
acto momentáneo,
requiere menos esfuerzo
que la obstinación
del deseo y la idea
de realizarlo.
silencio de mente, instante de vida.
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