Inquiero en mí
mismo
como me
enseñaron
hacerlo,
miro a la derecha
y a la
izquierda
observo la
miríada
del espacio sobre mi cabeza
en este
cuadrante sur
de estrellado
nocturno,
miro tus
manos juntas
en petición
tierna,
y tu manto
que como
lucero me
alumbra,
me siento
afortunado
de creer sin
haber visto,
y miro en el reflejo
de la pupila
la ansiedad
por ver, por conocerla
toda.
Con desagrado
ojeo
las noticias matutinas
que
siempre son
más de lo
mismo
cortinas que
acortan
misión y
criterio.
Mirarte en la
profundidad
de los
tiempos
inspira,
anima,
alimenta en
extractos,
inyecto
diario,
ya no voy a
tientas
porque en la
ceguera
sigo viendo lo que
diviso en el horizonte,
escruto en el
escote
al que apela
la inocencia
congénita
del alquiler
del alma,
he visto,
mirado, observado,
escudriñado,
las
maravillas de la creación,
y sentado
avisto
que mi mundo
inmediato
es más grato
del que me quieren
vender.
Bellisima reflexion poetica de como miras la vida y lo que habita en ti.
ResponderBorrar