miércoles, 24 de julio de 2013

ROMANCEANDO


Cuando me quito el sombrero

gorro, kepí, al vuelo,

hay de quitarme quiero                       
por el respeto que inspira.

Nos quitamos la ropa prestos

por alcanzar  almohada,

un frugal abrazo que nos dimos

antes de emprender el  paso a 

paso.

Me desplazo al costado

o me quito de en medio

las gafas a medida para andar distraído

de amores de calle.

Para no verte tanto

Para no verte siempre

aunque te siga escuchando

ya en ninguna noche,

me quité la máscara frente al espejo

de las melancolías grotescas

de intersección de conjuntos

viciados, nulos, enamorado

de la misma muerte no sé cuando

ni cómo se dio, pero es algo


a lo que no se le puede quitar nada. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Luna de flores

En conjunción la luna, el ulular de la lechuza, las buganvilias de color abstracto,  su torso de hogaza y la noche de barro. Las translúc...