¿Están
los poetas muertos?
o
solo por morir de esmero
en
las redes que nos destejen
nos
atrapan los laberintos
desvaríos
ecuánimes,
mecanismos
indefendibles,
indispensables
acordes,
preludios
de mesura.
Mi
amor no lleva cuenta
de
ofensas, le falta memoria
o la
perdió el día que convirtió
en
insomnio el sueño del poeta,
y en
el total asombro
el
teorema no consigna
planteamiento,
sin
embargo el cristal
impacta
en el pavimento
de
nuestras ciudades
donde
hospedamos vanidades.
Pero
mis besos los doy yo
no
por mensajería
como
aventuro mi amor
y en
ella me va la vida
me
va el sol de cada mañana
el
aire que respiro
el
paisaje que miro
el
mar donde me baño
me
va tu mirada profunda
y
conservo mi capacidad
de
disfrutar, antes de
vender
lo que escribo.
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