jueves, 29 de agosto de 2013

No soy Javier rio

No soy Javier río,

solo me dejo ser

río fangoso

que aumentó su caudal

lavando laderas 

de deforestados andes

con lluvia copiosa,

ni resigno, ni decepción,

arrastro en las entrañas

el fértil riego del cultivo


que alienta vida.

la sinergia y la inercia del viaje

no tiene quien lo frene

ni recodo, ni represa,

alguien en el remanso

quiere darse un baño,

mientras lavo la corteza

del marchito árbol

que aun en pie 

en adversidad

un milagro espera,

sin ser torrentoso

soy abundante agua fresca

mientras me vierto,

indispensable,

por el lecho

que siendo el mismo

me recibe comprensivo

y bajo por la pendiente,

por la planicie, 

atravesando ciudades

sedientas al paso

y la fuerza me lleva


ni cauto, ni presuroso

pero certero

en esta cuenca occidental

hasta que seamos uno

en el encuentro con la mar

y en la inmensidad

vuela a comenzar


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