lunes, 7 de octubre de 2013

En sentido del reloj

                                                       
Llegaron muy temprano

las primeras nubes monzónicas

con ellas aire frío de las cumbres,

el sol se ocultó por un instante,

parece que ayer fue día de victorias

aunque la niña llora por su muñeca

perdida en los sueños de otro,

parece  que postergaré la distancia

que planeaba guardar de mí,

el trabajo agota los escritos llaman,

endulzo hasta saturar la mezcla

nadie la quiere tomar, tendré que

revertir el proceso, a dos días de

hermano sol, hermana luna

a dos semanas de iniciar primavera

a segundos de ti, las palabras

cobran forma y vida y color

y seguro sin mucho esfuerzo

también minimizaron dolor.  

Mientras haya fuego cocinemos

que  las cenizas abonarán,

cuando estén frías no arderán,

parece  tendré que postergar

la distancia que quería guardar de mí,

pero hoy es la última vez

se repetía todos los días Javier,

acaso Mario se colgó de Dios

o fue ateo por su gracia, como sea

me suena en español bien de ti,

y no lo dijo él, se lo puso otro

es así como funcionan las

causalidades inconscientes,

y el alma encendida

no se apagará jamás

o jamás es mucho tiempo

y dejó  correr las vueltas

en sentido del reloj,

un amor a las diecisiete

a las veinte o volveré

a verte después de vivir 

un siglo o medio o entero,

la llave francesa transmite

la fuerza que ajustará las piezas

para pedalear hasta el arcoíris

donde nos espera una posa

de aguas puras, de las pocas

que aun quedan.

  



1 comentario:

  1. Distancias y tiempos.
    Darte cuenta que las distancias necesitan de tiempos, y el tiempo de las distancias, pero... las postergaciones hacen dulces los momentos.

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