miércoles, 4 de diciembre de 2013

Me intuyo





Son las cinco de la tarde

de un día con una lluvia cualquiera,

un caudaloso río de vehículos y multitud

corre imparable entre nosotros,

la acera embarra mis pasos

o simplemente me diluyo.

Un año atrás garabateaba

con escasas palabras,

con la ineptitud y el desbarajuste

de intuirme libre o liberto o ambos

mi propia y delirante tragedia.

La poesía llama sin rostro ni mano,

como fue que llegó,

a que hora y de donde,

pero ahí esta incesante

componiendo, traduciendo

sola y en compañía, 

princesas de flores,

desde una calle desde un día,

desde una simpleza prudente

hasta un sabio bosquejo,  

estrellas parlantes, palpitantes
  
príncipes de hiervas y contiendas

corazón sin nudos ni dudas,  

por fin algo bueno pasaba

la fantasía me tomo por asalto

para extirparme de la realidad

tal cual es, tal como es

para llevarme a la realidad

tal y como deseo que sea, 

en ese rincón vale más

lo que no vale en  la tierra,

las letras se juntan,

soy un buscador de palabras

que puedan cifrar lo que llevo dentro,

y  si no fueran suficientes

las tendré que hacer sin llegar

a convertirme en hacedor.

Para mirarme libre es preciso antes

cerrar los ojos y que fluya,

sin repeticiones.


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