martes, 3 de junio de 2014

Déjame que te cante





Rotas están las amarras,

presto,  en el umbral de mí mismo

de lo intemporal a lo cotidiano,

todo viene de dentro

exaltante sensación de libertad.

Abolir el tiempo transcurrido

aguardar todo y ya no guardar nada

ni orillas al mar salado

o nísperos al valle sagrado,

jamás lo que me llene

siempre quiero, puma ávido,

truenos con sus nubes idos

sabes, quisiera darte

algo más de lo que te pido.

No sé vivir solo con estos sentidos

cuando  eres el sentido de los sentidos.

Este océano ahorra

cada vez más naves soterradas

eres viento yo bandera

donde soples  iré.

Dentro de los saberes

debes haberme sabido,

que en cada poema que escribo

corazón, tú eres la entonación.

No quiero ser el sediento

que ve el agua correr,

ni el ilustre peregrino

que se para a reflexionar.

Solo quiero mirar tus ojos

que se filtren por mis poros

Rosa de los vientos,

revelando los secretos

de una playa clara.

Hago versos para estar contigo

porque verso tal como sangro,

porque sangro  lo que verso

el dolor danza a veces con plañido

y cuando quiera danzará conmigo.

La vida es un instante

y es lo que soy para estar contigo

déjame que te cante lo que nunca digo.



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