viernes, 25 de julio de 2014

Agudas velocidades





Arábigos que son fechas,

fechas que izan banderas

cuando se bailan marineras

cargadas de pertenencias,   

el día cero no me necesita,

uno, quince, veintiocho

están por verse,

la hora nona tampoco,   

pero sí las manos duras

los racimos de uvas,

las espinas del camino

para los pies descalzos ,

remos que aran infinito

besos a boca llena

ardidas por el frío

olvidadas por el sol.

Falta rasurar el futuro

las mejillas de palo

y el olor de un solo cuerpo,

adelgazado hasta acrecer el alma,

¿qué es lo que me falta en el rostro?,

¿en la alforja de lona colgada al hombro?

del hombre, de la mujer tan consistente,

tan hecha, tan distinta de aquella

que había llevado en la mente,

tan mujer que quería ser niña,

de caderas estrechas y mente libre,

asexuada, compañera de muerte,

luchando contra el mundo

de agudas velocidades,

descubriéndolo todo,

ya sabemos que es nada.

Ahora la incontrastable sensación

de ser un extraño

¡oh libertad!  eres solo poesía

madre joven sin verso,

con razón o sin ella,

llevas en las manos

fruto de la tierra.





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