domingo, 4 de diciembre de 2016

Geranios y Jacarandás



Cuando 
desde el fresco rocío 
de geranios y jacarandás
se desprende 
un clamor volante
a la cercanía del sol.
Cuando 
por poco es día
y un reflejo áureo 
surca
entre las orillas 
de los intentos terracotas 
y tú 
que te esparces
mas allá del horizonte.
Cuando en ambos bordes
continúan evidenciándose 
los aspectos,
y se va limpiando el agua 
de la noche.
Que acogedor el silencio
de lo ignorado e incierto,
la voz oscila en mi cuello,
guardarse para si el canto
y palpar el impacto del tiempo
en el crujido del agua,
dilatarse hasta corresponder
a la presencia de mi cuerpo,
ascienden tus ojos
como al aire se lanzan 
las golondrinas,
hoy te porto en mi boca,
de muchas maneras,
mira como los pétalos azules
emulan el cielo,
y los eucaliptos se agazapan 
para arrojar el frescor
verde de su fronda,
mira como la niña, el niño,
se sujetan raudos,
brincan a lo recóndito,
como aguacero
en el amor se desatan,
y abren las grietas de los rastros,
con manos acompasadas 
trenzan corazones 
que traspasan el futuro,
y beso tu boca de universo.


 
 
 
 
 
 

 

 






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